Este tiempo tan extraño que nos ha tocado vivir nos ha quitado, entre muchas cosas, y algunas muy importantes, la posibilidad de reunirnos para cantar. Pero lo que no ha podido arrebatarnos son las ganas de hacer música.
También nos ha enseñado que, pese a lo imperfecto del resultado, puede conseguirse mucho sin necesidad de contar con grandes medios. Cuarenta cacharros entre móviles y ordenadores, nuevos o viejos, con sus micrófonos baratos, a veces son suficientes para transmitir lo que tenemos: esta vez hacemos por separado lo que estamos deseando hacer juntos, pero aquí seguimos.
Queremos hacer una mención especial a los compañeros y compañeras de la Sociedad Musical de Sevilla que hubieran querido participar pero que por razones diversas no han podido acompañarnos en esta pequeña aventura, y esperamos que esta versión de la Bohemian Rhapsody de Queen os guste.